28 mar 2010

Domingo de Ramos


Hoy es Domingo de Ramos, la celebración de la victoria y la aceptación de la verdad. No nos pasemos esta Semana Santa lamentando la crucifixión del Hijo de Dios, sino celebrando jubi­losamente su liberación. Pues la Pascua de Resurrección es el signo de la paz, no del dolor. Un Cristo asesinado no tiene sen­tido. Pero un Cristo resucitado se convierte en el símbolo de que el Hijo de Dios se ha perdonado a sí mismo, en la señal de que se considera a sí mismo sano e íntegro.

Esta semana empieza con ramos y termina con azucenas, el signo puro y santo de que el Hijo de Dios es inocente. No permi­tas que ningún signo lúgubre de crucifixión se interponga entre la jornada y su propósito, entre la aceptación de la verdad y su expresión. Esta semana celebramos la vida, no la muerte. Y honr­amos la perfecta pureza del Hijo de Dios, no sus pecados. Hazle a tu hermano la ofrenda de las azucenas, no la de una corona de espinas; el regalo del amor, no el "regalo" del miedo. Te encuen­tras a su lado, con espinas en una mano y azucenas en la otra, indeciso con respecto a cuál le vas a dar. Únete a mí ahora, des­hazte de las espinas y, en su lugar, ofrécele las azucenas. Lo que quiero esta Pascua es el regalo de tu perdón, que tú me concedes y yo te devuelvo. No podemos unirnos en la crucifixión ni en la muerte. Ni tampoco puede consumarse la resurrección hasta que tu perdón descanse sobre Cristo, junto con el mio.

(Un Curso de Mialgros T.20.I.1-2)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente.
Maravilloso.
Extraordinàrio texto.
Hace años que la Iglésia debería centrarse en la VIDA GLORIOSA DEL CUERPO ALMA Y ESPIRITU (LA DIVINA TRINIDAD preasente en toda la Naturaleza y la humanidad. Es grave pecado olvidarlo. Todos sómos hijos de Dios, sus servidores.
En esos días todos podemos morir en conciència, agradabelemnte para purifuicarnos y RESUCITAR. Cada año tenemos esa oportunidad. No podemos celebrar únicamente el acontecimiento de JESUS.
Nosotros sómos sus descéndientes y hemos de convertirnos como El, en Hijos predilectos, como otros que nos han ya avanzado.

Tiernes s razón.
FLORES Y AZUZENAS para acompañar nuestro camino a LUZ.

Un abrazo.
Gracias.