3 oct 2010

Tratado sobre el Agua.- Omraam Mikhael Aivanhov



Cómo purificarse con el agua

Pregunta: «Maestro, ¿querría Ud. decirnos cuáles son los ejercicios
de purificación que pueden hacerse tomando un baño?»

La mayoría de la gente no piensa que al lavar su cuerpo físico puede hacer algo para purificar también su cuerpo etérico y su cuerpo astral.
En los planos etéricos y astral se encuentran unas impurezas de las que es muy
difícil liberarse, y las del plano astral son más poderosas, más indeseables y más nocivas que las de todos los demás planos. El agua es capaz de expulsar estas impurezas, pero es necesario vivificarla primero. Para ello, debéis tomar una cierta cantidad de sal (sabéis, sin duda, que la sal juega un papel muy importante en las ceremonias religiosas) que preparáis desde la mañana, encendiendo velas, quemando incienso y pronunciando unas palabras para consagrarla a la pureza absoluta, a la Madre Divina, al Espíritu cósmico, y pedís a las Inteligencias celestiales que la bendigan a fin de conferirle virtudes purificadoras.

Aún no se ha comprendido bien la importancia de la sal, a pesar de que se la menciona con frecuencia en los libros sagrados. Se dice en los Evangelios: «Vosotros sois la sal de la tierra. Si la sal se vuelve sosa sólo vale para ser pisoteada». Y para los alquimistas, la sal, junto con el agua y el mercurio, desempeñaba un papel esencial en sus operaciones. Claro que esta sal de la que estoy hablando, no es la sal de cocina, sino un producto resultante de la unión de los dos principios, el masculino (el ácido) y el femenino (la base) que producía el hijo (la sal). La sal tiene un significado muy profundo para aquellos que saben cómo utilizarla.
Así pues, antes de entrar en el baño, echáis en el agua la sal que habéis consagrado y pronunciáis unas palabras para santificar el agua con la virtud de la sal; después, os dirigís a la Madre Divina, diciéndole: «¡ Oh Madre Divina!, admiro esta agua que es un reflejo tuyo, te ruego que la santifiques para que pueda llevarse todas mis impurezas, mis enfermedades y mis debilidades, a fin de que pueda servir mejor a mi Padre Celestial».

Después tocáis el agua, habláis a las criaturas que la habitan:
«¡ Oh ondinas!¡ qué bellas sois! ¡ cuán puras y transparentes! ¡ Recibidme, ayudadme y trabajad sobre mí para quitarme todo lo que es nocivo, todo lo que no está en armonía con el Cielo!» Al decir esto, tocad el agua con mucho amor. El agua es un elemento en el cual viven entidades que son invisibles, pero bellas y puras; a través de ella, pues, entráis en contacto con estas entidades que son muy sensibles y están bien dispuestas para con vosotros debido a vuestra actitud llena de amor. Tomáis en una jarra, a continuación, de esta agua bendecida y la vertéis encima vuestro, una vez que hayáis terminado de lavaros. Cuando entréis en el agua, le decís cuán bella es, cuán maravillado estáis y os enjabonáis tres veces. Si tenéis mucha fe y mucho amor, obtendréis grandes resultados; todo depende de vuestra fe y de vuestro amor.
Se encuentran fórmulas de consagración en las lenguas más antiguas, lo que prueba que estas prácticas se remontan a tiempos muy lejanos. ¿Por qué estas fórmulas? Evidentemente lo más importante es lo que emana del hombre, porque las emanaciones son un lenguaje universal que los espíritus saben traducir. Los colores que surgen del hombre son la expresión de sus pensamientos y de sus sentimientos, y constituyen un lenguaje que todas las criaturas invisibles comprenden inmediatamente; no tienen necesidad de palabras. Pero en el plano físico la palabra es muy importante, y por eso hay que pronunciar fórmulas. Si pensáis una fórmula sin pronunciarla, las fuerzas se acumulan únicamente en el plano mental y no se realizan en el plano físico.

La palabra es como una firma. Un papel escrito por vosotros sólo tiene valor si lleva vuestra firma. Un ejército sólo se lanza al ataque cuando recibe la señal dada por su general... Al pronunciar unas palabras, desencadenáis las fuerzas en el plano físico. Por tanto, para que las fuerzas invisibles tengan la posibilidad de obrar, en necesaria la palabra; esto no ha sido comprendido por los espiritualistas, pero los discípulos deben conocer y utilizar estas cosas.
Todavía no se sabe lo que es la verdadera pureza. Algunos están acostumbrados a tomar un baño todos los días, pero nunca piensan en eliminar sus impurezas interiores. Sin embargo, interiormente, sus deseos, sus apetitos, forman unas capas fluídicas que son muy malas conductoras de las emanaciones y de las corrientes del Cielo. Es preciso, pues, eliminar estas impurezas, y el agua puede hacerla mediante el pensamiento y la palabra, si conectáis con las fuerzas más sutiles del Universo.
Evidentemente, no lo lograréis con una sola vez, hay que volver a hacerla muchas veces, pero cada vez os liberáis más, porque el agua tiene la propiedad de absorberlo todo, tanto las cosas buenas como las malas. Por eso, cuando estáis alegres, maravillados, no tenéis que lavaros, menos aún, bañaros. Pero si estáis tristes y tomáis un baño, os sentiréis después mucho mejor, porque el agua se habrá llevado vuestra tristeza, vuestras penas.
Evidentemente, en un lavabo no es posible hacer el ejercicio que acabo de daros, pero podéis, de todas formas, pronunciar unas palabras cuando fluye el agua: «Así como lavo mi rostro físico, sea también lavado mi rostro espiritual», y rezáis durante unos minutos.
Os quedan por conocer todavía muchas cosas de la Ciencia esotérica.
Esta ciencia nos enseña que el poder del cuerpo físico es muy grande y que las palabras pronunciadas en un estado de desnudez son más poderosas que las pronunciadas cuando se está vestido. ¿ Cuál es la razón de ello? No puedo decíroslo, porque es peligroso: las brujas se desnudan para ejecutar sus ritos mágicos porque saben que, en este estado de desnudez, tienen unos poderes más grandes.
El mundo entero está demasiado atrapado en el engranaje de la vida material para tomar un poco de tiempo para purificarse; y, sin embargo, todos los trastornos físicos y psíquicos provienen de los elementos impuros que es necesario expulsar. Por eso, para ayudar a los humanos, los Iniciados se cargan con frecuencia con sus impurezas, que después tienen que transformar.
Si a veces sufrís una indisposición o una enfermedad, debéis considerarlas como una señal: es el Cielo que os invita a hacer sobre vosotros mismos un trabajo muy importante de purificación que sin eso no habríais hecho. Aceptad estas molestias con reconocimiento y gratitud. Es preferible que las menores impurezas que entran en vosotros se manifiesten inmediatamente, porque de esta manera podréis poner remedio rápidamente o, por lo menos tomar precauciones. De otra forma, si todas las impurezas
se acumulan sin que siquiera os deis cuenta de ello, os será, después, muydifícil liberaros de ellas.
Algunos se sienten indispuestos por pequeñas impurezas que contienen la comida, la bebida o la atmósfera; eso prueba que son muy puros. Muchos otros, en cambio, no son muy sensibles, debido a sus impurezas. Todos los que comen carne, beben alcohol y fuman constantemente acaban por tener un organismo tan saturado de impurezas que ya no son sensibles ni a los malos olores, ni al humo, ni a los residuos; mientras que aquellos que viven en la pureza sienten inmediatamente los inconvenientes de tales
condiciones.
Seguid el consejo que os doy: considerad los menores inconvenientes físicos que padecéis, sean comezones, granos, o cólicos, etc ... como un signo de que debéis hacer un trabajo de purificación que nunca habríais
hecho sin esas circunstancias ; consideradlos como una ocasión que el Cielo os da para hacer un trabajo, y de esta manera, ponéis manos a la obra para expulsar una impureza que arrastrará consigo a muchas otras que vosotros no veis. La mayoría de las veces no se hace este trabajo de purificación, y por eso todo se agrava y se complica.
El Cielo no deja nunca en paz ni siquiera a los Iniciados, sino que les envía todo tipo de inconvenientes para obligarles a ir más lejos, cada vez más lejos; ya que no se detengan nunca en su trabajo.



Centre OMRAAM
Institut Solve et Coagula
Reus
www.omraam.

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