13 jun 2008

Pensamiento del 13/06/2008.

"Cuando el Cielo propone una gran misión a un Iniciado, que vuelve a descender para encarnarse en la tierra, no le oculta todas las pruebas que deberá superar, porque triunfando en estas pruebas logrará realizar su misión. Ciertamente, no le alegra mucho ver lo que le espera, pero lo que cuenta es el objetivo, nada más, y él acepta. Pero en el momento en que se encarna, los Señores de los Destinos le quitan la memoria: ya no sabe nada de su misión ni de las pruebas que deberá atravesar; es como una persona normal, y sufre... Hasta el día en que comprende que el Cielo se ha servido de él para realizar sus grandes proyectos, y que si hubiera tenido una existencia fácil, no hubiera hecho nada... un cero a la izquierda, como mucho.
Evidentemente, no todos los seres humanos pueden decir que las pruebas que deben sufrir son debidas a una gran misión que el Cielo les ha encomendado, pero cada uno debe saber que según el modo en que supere sus dificultades, el Cielo decidirá si puede confiar o no en él en el futuro."

Omraam Mikhaël Aïvanhov

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