5 jun 2011

¿Que nos pasa a los seres humanos? La lección de la paloma. por Brinda Mair.

En este día la Naturaleza me ha enseñado a través de mi pareja, mi hombre externo, algo que no sabía:

El tiene afinidad a observar detalles que yo no miraría en el mundo físico. Antes sólo observaba la oscuridad del mundo, los enemigos y los peligros. Hoy su percepción ha cambiado. El, cuidador de mis jardines físicos, hace días encontró un nido que estaba en el patio trasero de mi casa destruido y pensó que había sido un gato.
Hoy volvió a repetirse en el árbol que se encuentra en el frente de la casa pero esta vez vio al supuesto predador del nido de palomas que moraba en el árbol...

Sorprendido me llamó para que compartiera su hallazgo.
En lo alto de una rama vi a dos pichones grandes, apretujados, aún con algunas plumas blancas que daban fe de su nacimiento no tan lejano, mirando el nido destruido.
En otra rama, el predador: quien había destruído el nido era su propia madre ¿para qué? para obligarlos a volar... Se observaba a la paloma madre a una prudencial distancia mirándolos..., esperando... ¿a que se decidieran a volar?

Algo alertó a este animal a que el momento había llegado. Algo que llamamos naturaleza, ciclos biológicos... Ella supo con certeza que ya no debía alimentarlos en sus picos sino enseñarles a fortalecer sus alas en el mundo.

Los humanos... Cuánto cuesta a los humanos ese momento.
Debe ser por nuestro rinencéfalo o cerebro animal atrofiado. El desarrollo de nuestra percepción psíquica proviene de allí, indicándonos el momento oportuno para producir los cambios.

Cuántos se sentirían culpables y de hecho se sienten si una fuerza superior, un moméntum de conexión entre el miedo a soltar y la revelación, los indujera a una actitud drástica como la de esta paloma, para ayudar a salir del estancamiento a sus crías. Cuando no se puede, esto termina ocasionando efectos propios de la entropía (o muerte) tal como el de no encontrar trabajo o de no poder terminar los estudios, o el no hallar una buena pareja, o del sinfin de aspectos en que la "mala suerte" ataca a las crías de esas palomas/madres humanas que siguen sosteniendo el nido haciéndose cargo de lo que deberían haber soltado hace ya mucho tiempo.
Nadie crece. El nido queda atestado de crías incapaces de crear nidos propios y hasta se quedan allí con sus propias crias.
Como nadie se atreve a dar el primer paso de soltar ya sea por miedo a crecer o por miedo al juicio (interno y externo) todos siguen en el apretado nido. Algunos como la madre palona hasta hoy, proveyendo comida a los que ya pueden ganarla por sí mismos y los otros, simplemente, perpetuando una niñez sin tiempo... abriendo la boca para comer.

En el mundo de los humanos, el nido es energético por más que lo visible sea la casa paterna o materna.
El cocreador de dicho nido, hombre o mujer externo, tiene una gran mujer interna con un gran útero que sólo acepta lo visible y por lo tanto retiene a sus hijos allí, incapacitándolos inconscientemente, porque aún protestando (si protestara) necesita de la energía de esa crítica para sentirse útil y por bajo cuerda sigue proveyendo aquello que aparenta negar. Impotentiza.

Tal vez una tormenta, o la muerte del proveedor o el enojo de un niño que intente romper el nido con toda la carga que ello represente para él, sea el que comience a cambiar la historia.
Ese niño no siempre es un hijo. Puede ser el niño interno de un hombre que estuvo bajo ese influjo anulándose o de una mujer que ante su marido o su padre o su madre, se negó a sí misma el volar.

Las tormentas del alma tienen esa finalidad: romper nidos, romper estructuras y dar una oportunidad a cambiar y obligar a quien nunca se esforzó a aprender a volar, a utilizar sus atrofiadas alas.

La Naturaleza es sabia, se suele decir.
¿Qué nos pasa a los seres humanos?
Buscamos a lo espiritual como forma de evolucionar sobre la naturaleza animal básica
Parecemos desconocer que la evolución es sintesis y ella es la unión de las polaridades tal como lo es nuestra parte animal y nuestra parte espiritual
¿Cómo vamos a llegar a esa síntesis si no reconocemos lo bueno que cada una tiene para darnos?

Pues aprendamos hoy la lección de la paloma.
Si hemos cocreado nidos de entropía, atrevámonos a romperlos por libre albedrío con guía superior, con confianza y fe de que será lo mejor para nosotros y para quienes amamos.
Qué nos falta cuando ese paso parece imposible de dar? Pues confianza y fe, dos pilares básicos de la Abundancia, que forjan la virtud de Esperanza atraen a la Trinidad.

Que el Padre Bendiga a la Madre Naturaleza que siempre nos enseña cuando estamos abiertos a aprender más allá de la ilusión donde una simple ave se convierte en mi Espejo.
Que el Universo Bendiga también, la oportunidad que me es dada de aprender a través de mi pareja quien manifesta en el mundo a mi hombre interno.

Que el Espíritu nos guíe Siempre
Un abrazo desde el Alma
Brinda Mair
www.canalizandoluz.com


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