En el plano físico, los seres están individualizados, separados, y lo que vive cada uno no afecta directamente a los otros. Vuestro sufrimiento o vuestra alegría no es aparentemente, susufrimiento o su alegría. Si os empeñáis en comer un alimentoindigesto, estropearéis vuestro estómago, no el suyo. Pero arriba, en los planos sutiles, no existe frontera alguna entrelos seres, y todos vuestros estados producen efectos sobreellos. Efectivamente, porque arriba, sólo existe un ser único, el Hombre cósmico que es la síntesis de todos los seres.
Nosotros vivimos en el Hombre cósmico, nosotros mismos somos este Hombre cósmico, y ninguna criatura existe como una entidad separada. Por tanto, se desprende la siguiente ley moral: nopodemos causar a los demás ni bien ni mal sin hacernos también anosotros este bien y este mal. Aparentemente, esto no tienesentido... Pues bien, al contrario, esto tiene mucho sentido, porque en el Hombre cósmico todos somos uno.
Nosotros vivimos en el Hombre cósmico, nosotros mismos somos este Hombre cósmico, y ninguna criatura existe como una entidad separada. Por tanto, se desprende la siguiente ley moral: nopodemos causar a los demás ni bien ni mal sin hacernos también anosotros este bien y este mal. Aparentemente, esto no tienesentido... Pues bien, al contrario, esto tiene mucho sentido, porque en el Hombre cósmico todos somos uno.
"Omraam Mikhaël Aïvanhov
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